jueves, 20 de octubre de 2011

De-Cadencia nocturna

1:

La luna, mi amor, la luna
Despierta que está llenita de ti
La luna corazón, está en las sábanas
No te levantes del cuerpo sin mí

La luna, vida, en tus brazos
Quédate tantito así:
Quieta, intangible, sublime…mortal.
¡Vida!, ¡en tus brazos! Cúbreme ya.

2:

La luna, cielo, la luna
No se despega de ti.
¡Sacúdela!, ¡Rásgatela!
Que te traga el alma

3:

Amor, vida
Cielo, corazón.
¿Qué no te angustia tu piel fría?
¿No te repugna tu hipócrita sonrisa?

4 1/2:

Existencia, luz, mi luna, ¡razón!
¿Dónde te encuentro mientras muero?
Si en las colchas te me has acabado
Si en el lago te me has ahogado
Si en la lluvia, beso, él se muerde solo



¿Dónde? Y ¿Qué más hacer?
Si en el corazón no te hayo…
Y mira que, desangrando,
Revuelvo las arterias y nada de ti.

martes, 18 de octubre de 2011

déjame


De ensueño tus dulces labios
que en cercanía se me van
de tu rostro matizado,
marfil, amatorio, cristal
sobre ti, que digo a todos
sobre ti, que callo al desván
en ti, claroscuro helado
de íntimo carmesí y copal
no arrojo ardor a tu orilla
mas , rosa que ahora emigra,
a tus sienes de granito
deja suavizar tu manto,
déjame quedar de estigma
deja (de) amarte tanto.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Romance de canto, vino y un recuerdo

 
¿Sabes? Las cosas cambian.
La noche entristece aún más que ayer,
la lluvia no parece lluvia ya.
El fulgor de tus ojos no es tan fulgor.
Tu corazón ya no es tan tu corazón.
Pero ¿sabes?, las cosas cambian… y se van.
Hoy los frutos vierten esperanza,
mañana…no lo sé.
Pero el sinsabor de un pasado
o el temblor de un cuerpo.
El alma que partió… partió.
¿Sabes?, ¿Qué sabes tú?
¿Qué sabes del te espero imperioso?
y ¿Qué sabes del te amo cardiaco?
¿Qué sabes tú de este jilguero?
Que desgarra, puntual,
al atardecer su garganta
entre sollozos y risas marchitas
sólo, solo punzando con más fuerza
esta alforza de carne e infierno.
¿Sabes? Ya que importa.
Si la luna no sale hoy
ha de ser por ser luna
y qué más da si hoy, si mañana
Me pierdo en el mundo
y queda, no más, que yo.
Ya que importa un pretexto más que otro.
Ya que importa el lucero del mar último.
Ya que importa que se desangre el cielo en mí.
¿Ya que importa? Porque, ¿y tú qué sabes?
Si el vino se vierte
entre los palpitares del solsticio.
O si me bebo, entre las curiosidades,
a mí mismo… (o al que pensaste ver)
y me pierdo para siempre en mis entrañas.
¿Sabes? Te preguntó si es que sabes,
pero no respondas… ¿Qué más da?
Si el vino me besa.
Si su brillo me seduce.
Si su resplandor me ahoga
en un dulce momentáneo.
Y si le seduzco, y le beso,
y me pierdo una vez más ahí.
¿Qué más da su traición?
¿Qué importa? Del vino sé lo que me espera…
Pero ¿Sabes? Qué alegría…las cosas cambian.

Espera


Deja que apuñale mi amor
Suavemente, tiernamente
Con el filo del rocío ardiente
Y  tu sable favorito; lunático clamor

De tu caridad frívola no quiero nada
Ni de esos tristes trazos en tu rostro
Ni de la bocanada carnal en tu tacto
Que, frío. Qué frío en tu vientre ahora da

En sauce de otoño resbalo
Con mi amor clavado al cuerpo
Regreso a la lectura sobre el tronco
Resbalo apuñalado de mi mismo

Espera… con la primavera sobre tu rostro
Con una vela encendida y un clavel bajo el vestido
Espera hasta que el viento se robé mis alas
Y caiga rendido al abismo que construimos entre los dos.  Juntos…