Deja que apuñale mi amor
Suavemente, tiernamente
Con el filo del rocío ardiente
Y tu sable favorito; lunático clamor
De tu caridad frívola no quiero nada
Ni de esos tristes trazos en tu rostro
Ni de la bocanada carnal en tu tacto
Que, frío. Qué frío en tu vientre ahora da
En sauce de otoño resbalo
Con mi amor clavado al cuerpo
Regreso a la lectura sobre el tronco
Resbalo apuñalado de mi mismo
Espera… con la primavera sobre tu rostro
Con una vela encendida y un clavel bajo el vestido
Espera hasta que el viento se robé mis alas
Y caiga rendido al abismo que construimos entre los dos. Juntos…
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