Lo de menos es el pensarte al despertar
Que el mundo pare en tus ojos apolíneos
O la incertidumbre en tus labios callados
Lo de menos; el pulso presto que callar
Lo de menos es la duda en los pasos
Que abandona un quizá furtivo en alta mar
¿Qué más da el ojalá perpetuo en el mirar?
¿Qué más da si nos consume de dos en dos?
Insoluble memoria sobre veleros
Entre penumbras de un cielo fracturado
Resplandece un pálido recuerdo de eros
En el pecho se apuntalan los “espero”
Allanados de te quiero traicioneros
Es lo de menos cuando en tu rostro pienso
----- existo después.
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